Europa no quiere perder el tren de la inteligencia artificial (IA). Así es, al menos, cómo justifica el lanzamiento del llamado Plan de Acción Continente IA, que ha presentado hoy la vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Soberanía tecnológica, seguridad y democracia, Henna Virkkunen. El plan incluye triplicar las infraestructuras de centros de datos en siete años y desarrollar lo que han bautizado como gigafactorías de IA: centros de computación con al menos 100.000 chips de última generación cada uno. La UE pretende movilizar 20.000 millones de euros para ello, aunque no concreta de dónde saldrán esos fondos.
El plan cuenta con cinco pilares. El primero tiene que ver con la supercomputación. La UE trabaja aquí con las llamadas fábricas de IA, como la que se desarrollará en Barcelona, e introduce las gigafactorías, una versión más grande de estas fábricas. La Unión se propone también “triplicar al menos” el número de centros de datos que hay en Europa. Para ello, promoverá una ley de Desarrollo de la nube y la IA que “creará las condiciones adecuadas para que la UE incentive grandes inversiones” en este terreno, con especial atención a su impacto medioambiental.
El segundo y el tercer pilar tiene que ver con asegurar que haya datos de alta calidad para entrenar los modelos de IA, lo que se logrará con la creación de Laboratorios de datos (Data Labs) y con el lanzamiento de una Estrategia de Datos, así como con el desarrollo de algoritmos y su adopción en sectores estratégicos. El cuarto pilar versa sobre el refuerzo de habilidades y competencias en IA, que se vehiculará a través de becas y de la creación de academias de IA.
El quinto pilar se titula simplificación regulatoria. Y eso llama la atención, porque el Reglamento Europeo de IA se aprobó hace solo un año y se está empezando a desplegar ahora. ¿Significa eso que el reglamento se hizo mal? “No se trata solo de este reglamento, sino de revisar toda la normativa para ver si podemos reducir la burocracia para las pymes y grandes empresas. Buscamos que se puedan hacer las cosas de forma más rápida, pero seguimos defendiendo los principios de minimización de riesgos incluida en el reglamento”, ha dicho Virkkunen, que no cree que la simplificación normativa genere inseguridad jurídica.
Fuentes comunitarias aseguran que “el juego no se ha terminado” y que, aunque parezca que China y EE UU llevan ventaja en materia de IA, Europa tiene muchos “activos” para convertirse en un “líder importante” en esta industria. Sin embargo, la comisaria no ha dado detalles acerca de hasta qué punto el plan que se ha presentado se desarrollará con tecnología europea o seguirá dependiendo de la estadounidense.
“Necesitamos comprar chips, y estamos negociando en EE UU cómo hacerlo”, ha dicho Virkkunen en alusión a las limitaciones a las exportaciones estadounidenses de chips decretada por la Administración Biden. “Estamos tratando de desarrollar nuestras propias capacidades”, asegura la comisaria.
El plan de la UE llega cuatro meses después de que el presidente de EE UU, Donald Trump, anunciase inversiones por valor de 500.000 millones de dólares (unos 480.000 millones de euros, 24 veces más que lo comprometido hoy en Bruselas) en cuatro años para impulsar la IA. Ese dinero, que Trump describió como “el mayor proyecto de infraestructura de IA, con diferencia, de la historia”, se dedicará fundamentalmente a construir centros de datos y plantas energéticas para alimentarlos. El capital del proyecto, bautizado como Stargate, procederá de SoftBank, OpenAI, Oracle y el fondo soberano de Abu Dhabi MGX.
Trump dijo que utilizará declaraciones de emergencia y decretos para asegurar el acceso ininterrumpido a energía que requieren este tipo de instalaciones. Una de las 41 órdenes ejecutivas que firmó Trump en el día de su regreso a la Casa Blanca supondrá la revisión de todas las normativas federales que impongan una “carga indebida” al desarrollo o la utilización de diversas fuentes de energía, en particular el carbón, el petróleo, el gas natural, la energía nuclear, siendo esta última una de las soluciones barajadas por las grandes tecnológicas para asegurarse un suministro energético continuo en sus centros de datos.
Este aspecto clave no queda resuelto en el plan anunciado por Virkkunen, más allá de mencionar que se adoptará una Hoja de ruta para la digitalización y la IA en el sector energético, que deberá estar lista el año que viene. En ella “se propondrán medidas para facilitar la integración sostenible de los centros de datos en el sistema energético” y que “se afrontarán otros asuntos relacionados con la energía” que demandan estas infraestructuras.
Escrito por: Manuel G. Pascual
Fuente: El País
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